En el periodo comprendido entre el 1200 a.C. y el 1000 a.C., los israelitas se mantenían firmes en su campaña por la conquista definitiva de Canaán – esto según la Biblia y los registros arqueológicos, que no toman en cuenta las sagradas escrituras, sino que confirman con evidencia física que las tribus fieles a Javé seguían diseminándose en ese lapso.
Sin embargo, las viejas naciones cananeas no solo se resistían a la expansión del pueblo de la Biblia sino que mantenían a los pueblos israelitas bajo una opresión constante. Algunas de estas naciones tenían aliados bélicos en reinos distantes, que no veían con buenos ojos el fortalecimiento y ascenso de los israelitas. Fue en este contexto que, según los relatos de la Biblia, los cananeos de Jazor (o Hazor), antiguos adversarios, lanzaron un ataque. Al frente de un ejército compuesto por 900 carros de guerra, se encontraba un general llamado Sísara.
En este tiempo, una israelita llamada Débora fungía como juez – en la época, el término “juez” era aplicado a aquellos líderes carismáticos que concentraban funciones religiosas, políticas y militares. Según la Biblia, esta mujer fue la responsable por organizar la resistencia y un eventual contraataque.
Junto al guerrero Barac, a quien confió unos 10 mil soldados, Débora condujo al enemigo hasta una región pantanosa, donde el poder de los carros cananeos sería neutralizado. Al mismo tiempo, ordenó un ataque por la retaguardia del adversario. Sísara huyó y su ejército fue aniquilado.
Llama mucho la atención la relevancia que se le dio a la participación femenina en este pasaje del libro de Jueces. Las mujeres en la sociedad tribal tenían una mayor fuerza y proyección que en una sociedad patriarcal o monárquica. Las investigaciones apuntan a que los dos capítulos dedicados a la actuación de Débora – uno de ellos en prosa y el otro en forma de una canción que narra, con detalles y emoción, la batalla contra los cananeos.
Para los especialistas, es plausible que estos pasajes sobre Débora sean los más antiguos de la Biblia. La redacción final de los mismos probablemente estuvo a cargo de sacerdotes israelitas que vivieron entre el 600 y 500 a.C. Pero el hebreo que se usó en estos textos viene de mucho más atrás.
Así, la sospecha es que los primeros textos sobre Débora fueron escritos en torno al año 1000 a.C. Para que te des una idea, buena parte de Génesis, el libro que inicia la Biblia, data del 500 a.C. – es cinco siglos más reciente. Algunos especialistas van más allá y se atreven a apostar que la canción de Débora (Jueces 5) es la parte más antigua de toda la Biblia. Es decir: el puntapié inicial para la propia composición de un libro sagrado pudo haber sido una historia centrada en un personaje femenino.
Aunque Barac es presentado como un comandante muy eficiente, la verdad es que no pasa de un personaje secundario, pues la acción militar prácticamente fue total responsabilidad de Débora. Es la única mujer de la que se tiene noticia en una función como esta. La tradición posterior – patriarcal y androcéntrica – intentó reducirla a una simple cantante.
Pero en el Antiguo Testamento no se niega su participación en la historia, y quizá hizo más que eso, como queda de manifiesto en un pasaje de Jueces (5:7): “Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, hasta que yo Débora me levanté, me levanté como madre en Israel”.
El artículo Débora, la mujer que pudo haber inspirado la Biblia fue publicado en Marcianos.
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