Por perturbador que parezca, la respuesta es sí. Estos establecimientos se ubicaban en países imperialistas de Europa y en los Estados Unidos, y presentaban a personas de diversas etnias enjauladas. Los humanos en exhibición provenían de las antiguas colonias y eran parte de grupos considerados “exóticos” y “salvajes” como los inuit, indios y africanos.
Comúnmente se les exhibía con vestimentas típicas de su cultura o desnudos, en jaulas e instalaciones que imitaban su hábitat. Conocidas tradicionalmente con el título de “exposiciones coloniales”, los zoológicos humanos (que no guardaban relación con los freak shows, cuya finalidad era exhibir a personas con deficiencias físicas) entraron en auge a finales del siglo XIX y se mantuvieron hasta mediados de la década de 1930 – aunque la última exposición tuvo lugar en 1958.
A partir de esa fecha, esta práctica “cultural” y occidental de los países imperialistas empezó a ser vista como una vergüenza para la humanidad. En Noruega, en el 2014, el gobierno financió un performance que tenía la intención de reproducir una de estas exposiciones de 1914, pero tuvieron que terminar el proyecto debido a las protestas de la población.
El comienzo de los zoológicos humanos.
En 1874, el neocolonialismo permitía a las metrópolis ricas dominar a sus colonias tanto en el ámbito político como económico. En ese año fue que Carl Hagenbeck, un comerciante de fauna salvaje que solía surtir a los zoológicos con ejemplares de todo tipo, creó la primera exposición colonial en Europa con nativos de Samoa y la Laponia. Aquel emprendimiento fue un éxito rotundo.
Los pueblos fueron perseguidos en todos los rincones del mundo, especialmente en las regiones colonizadas, y llevados a las metrópolis. Con la falsa promesa de aventuras y riqueza, muchos terminaron atrapados por contratos injustos y ganando salarios miserables a cambio de jornadas extenuantes de trabajo. Muchas de las personas que eran exhibidas vivían en jaulas, en condiciones infrahumanas. Este maltrato llevó a la muerte de algunos.
Las Ferias Mundiales.
En las exposiciones podían verse indios norteamericanos, negros de diversas partes de África, esquimales, pigmeos, nubios de Sudán, entre otras etnias. Los nativos llevaban a cabo actividades de la vida cotidiana como preparar alimentos, fabricar artesanías, danza y deportes – entre más exótico, mejor. El episodio más lamentable fue cuando se contrató a una tribu canadiense para ejecutar un ritual caníbal (que para esos tiempos ya había sido prohibido incluso en Canadá).
Además de las Ferias Mundiales, que se llevaban a cabo en las ciudades más importantes de los países con el aval y financiamiento del gobierno, muchos grupos nativos también eran ofertados como atracciones itinerantes; es decir, no se quedaban en un solo sitio.
Esto incluía “presentaciones” en circos, ferias e incluso espectáculos musicales. Su popularización provocó que muchas ciudades pequeñas tuvieran sus propias exposiciones coloniales.
El modelo de negocio fue adoptado en países como Alemania, Bélgica, España, Noruega, Inglaterra, Francia e Italia. En el Nuevo Mundo, los zoológicos humanos fueron bien recibidos en los Estados Unidos. Con su popularidad en ascenso, una exposición típica podía recibir un promedio de 300 mil visitantes al año. El Jardin d’acclimatation, ubicado en la ciudad de París, llegó a recibir a un millón de personas en 1877. También en esta ciudad francesa, la Exposición Colonial de 1931 exhibió a más de 1,500 africanos en imitaciones de sus villas nativas.
La humillación de las elites.
Desde el punto de vista de los occidentales, las personas exhibidas eran salvajes inferiores. Los visitantes solían arrojarles alimentos o baratijas a estos grupos, comentaban su apariencia y comparaban a los negros con los primates. Como la idea también era exhibir el hábitat, algunas exposiciones recreaban villas de hasta 400 individuos – que eran separados del público a través de grandes redes.
Con el paso del tiempo estos nefastos espectáculos fueron perdiendo fuerza gracias a la evolución del comportamiento y a los cambios en la forma de pensar. Las naciones occidentales dejaron de incluir la imagen de los “salvajes” en su propaganda de expansión, pues se empezó a considerar ofensiva. En 1958 se realizó la última presentación de este tipo, fue organizada por los belgas y cerró prematuramente tras recibir fuertes críticas de la prensa y la presión de las naciones vecinas.
El artículo ¿Existieron los zoológicos humanos? fue publicado en Marcianos.
La entrada ¿Existieron los zoológicos humanos? aparece primero en http://ift.tt/2aQzQgt
0 comentarios:
Publicar un comentario