En la Palestina del siglo I, María pudo haber sido nada más que la hija de Joaquín y Ana. Pero la eligieron para ser la madre de Jesús y se convirtió en la figura femenina más venerada del cristianismo. Su vida, milagros y apariciones le han valido a este personaje más de doscientos títulos y homenajes. Hoy te presentamos un breve resumen de ellos.
Dogmas.
Los dogmas son verdades que la Iglesia Católica considera incuestionables. Algunas de las advocaciones marianas más populares tuvieron origen en dogmas sobre María. En el año de 1854, el papa Pio Nono proclamó que María era virgen cuando concibió a Jesús y que tuvo una vida exenta de maldad. Es lo que hoy conocemos como dogma de la Inmaculada Concepción.
En el siglo V, la Iglesia corroboró la santidad de María. Por haber dado a luz al hijo de Dios, no era una mujer común y corriente. Entonces, los fieles empezaron a rezar: “Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros”.
Nuestra Señora de la Gloria es una referencia al dogma de la Asunción, según el cual María subió al cielo en cuerpo y alma, donde fue recibida con toda clase de honores. La corona y el cetro indican que es una reina de la gloria.
Apariciones y milagros.
En la tradición católica, existen múltiples relatos de hechos extraordinarios atribuidos a María. Cuando no manda una señal, dicen que se le aparece a los fieles en persona. De esta forma fue que iniciaron muchas devociones a María.
Nuestra Señora de Guadalupe.
María, en la forma de una virgen morena, se apareció un 12 de diciembre del año 1531. Se reveló ante un indio llamado Juan Diego junto al cerro del Tepeyac. Sobre la falda de este cerro actualmente se ubica la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México. El papa Pio X la proclamó “Patrona de toda la América Latina” y actualmente es venerada por millones de fieles.
Nuestra señora de Fátima.
En el año de 1917, los niños Lucia, Francisco y Jacinta contaron que habían conversado con una “mujer bella y brillante”. A partir de ese momento la ciudad de Fátima, en Portugal, se convirtió en el destino de una de las devociones más famosas.
Nuestra señora de Lourdes.
Sería en una iglesia francesa que María se presentó ante una niña llamada Bernadete, en el año de 1858. Los devotos creen que la madre de Jesús hizo brotar allí una fuente de agua milagrosa.
Nuestra Señora Aparecida.
Esta imagen ennegrecida surgió el día 12 de octubre de 1717 en una red que los pescadores arrojaron sobre el río Paraíba do Sul, en Sao Pablo. Se convirtió en la patrona de Brasil en 1929 y cuenta con millones de fieles.
Vida.
En los principios del cristianismo, los fieles solían pintar imágenes para recordar los momentos más importantes de la trayectoria de María. De allí nacieron las devociones inspiradas en su vida.
Nuestra Señora de los Placeres.
A los devotos también les gusta recordar las alegrías de María, como el nacimiento de Jesús y la resurrección de su hijo. Todos esos momentos felices suelen representarse con cabezas de ángeles a los pies de la imagen.
Nuestra Señora de los Dolores.
Las siete dagas clavadas en el corazón de esta imagen son una referencia a los sufrimientos de María, empezando por la huida de su familia a Egipto, hasta la crucifixión de Cristo en Jerusalén.
Nuestra Señora del Destierro.
Recuerda la huida de María, José y el niño Jesús a Egipto. Según la Biblia, la familia huía de la persecución del rey Herodes, que mandó a asesinar a todos los primogénitos de Palestina.
Virtudes.
Misericordia, piedad, amor, bondad… los católicos asocian a la madre de Jesús con una gran lista de virtudes. Para cada una de ellas, también existe una imagen o culto.
Virgen de Guía.
Por haber guiado a Jesús durante su infancia, es invocada por los fieles que buscan orientación. En la Iglesia Católica Ortodoxa, se le conoce como Odighitria o Conductora.
Nuestra Señora de la Piedad.
En esta imagen, María sostiene a su hijo retirado de la cruz y llora al verlo muerto. Los devotos que se identifican con su sufrimiento le rezan solicitando apoyos en momentos de aflicción.
Nuestra Señora de las Gracias.
En 1830, María le habría dicho a una novicia cómo debían acuñarse las medallas en su honor. Los fieles que usan la imagen en el cuello confían en que sus solicitudes serán atendidas.
Nuestra Señora de las Mercedes.
La misericordia de María inspiró la creación de la Hermandad de Nuestra Señora de las Mercedes, que en el siglo XII liberaba a los cristianos prisioneros de los moros. Sus devotos también liberaran esclavos en el Brasil colonial.
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