¿Por qué Víctor Hugo fue Víctor Hugo? O mejor dicho ¿Cómo fue que Tolstoi, Miguel Cervantes, Goethe y Kafka lograron escribir lo que escribieron? ¿De qué forma estos hombres tuvieron la capacidad de expresar tantos sentimientos, situaciones y sentimientos humanos de una manera tan viva y transformadora?
Tolstoi, Charles Dickens y Víctor Hugo. Grandes entre los grandes.
He buscado una respuesta incontables veces. ¿Acaso poseían alguna capacidad especial, o simplemente todo era fruto de mucho trabajo? Alguna vez un gran amigo me dijo que la sensibilidad era la gran diferencia entre los grandes escritores y las personas “comunes y corrientes”. Y dicha afirmación me pareció bastante convincente.
Por ejemplo, muy pocas personas tienen la capacidad de escribir Grandes esperanzas. Solamente un espíritu agudo y extremadamente sensible como el de Dickens tendría la capacidad de entender de una forma tan realista las relaciones humanas y las formas en que las personas de realidades sociales distintas interactúan.
Dostoievski y su sensibilidad inigualable.
Existe un cierto sentido común impregnado en casi todos (sospecho que ya escuché que se debe a las ideas de Nietzsche, otro con una indudable sensibilidad hacia el mundo) de que cualquier individuo, con suficiente esfuerzo y dedicación, puede llegar a donde se lo proponga y, por ejemplo, escribir un gran clásico. Pero dudo, con todas mis fuerzas, que existan cinco almas vivas capaces de escribir un libro del porte y de la profundidad sentimental de Crimen y Castigo, de Dostoievski.
Allan Poe, dueño de una sensibilidad que quizá le arruinó la vida.
Se trata de un don: el don de la sensibilidad. Muy pocas personas lo tienen. Una parte significativa de los autores destaca por una sensibilidad por encima del promedio y por mucho esfuerzo. No se puede negar que el esfuerzo es importante pues la sensibilidad, por sí sola, no conduce a ningún lugar. Pero los grandes autores, los clásicos, esos que jamás serán olvidados, además del esfuerzo, podemos estar seguros de que tenían una sensibilidad absurda. Es más, estoy seguro que muchos fueron infelices por ese motivo.
Walt Whithman
Mucho se dice que la sensibilidad nace de una vida complicada y llena de sufrimientos. Salinger, otro con una sensibilidad descomunal, se encuentra en desacuerdo con esta afirmación citando a Walt Whitman, quizás el más grande poeta estadounidense, como ejemplo de una vida aburrida y común, cuyos versos influenciaron a incontables poetas.
A nosotros, simples mortales con una sensibilidad común, no nos queda más que disfrutar de la lectura y de los grandes dones de estos escritores.
El artículo Sensibilidad, un don de pocos fue publicado en Marcianos.
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