Los siguientes acontecimientos tuvieron lugar el 17 de septiembre de 2017, en un día como cualquier otro en el pacífico vecindario Orchard Place al norte de Londres. Los transeúntes recorrían las calles, los padres levantaban a sus hijos para llevarlos a la escuela, los obreros se encaminaban a sus empleos y los automóviles empezaban a gestar el típico tráfico de la hora pico.
Sin embargo, aquella tranquilidad se vio interrumpida por un hombre que corría con desesperación, los presentes se vieron sorprendidos por los gritos aterradores. El cuerpo de aquel hombre era consumido por el fuego, se encontraba envuelto en feroces llamas anaranjadas. El horrendo olor de la carne y el pelo quemado empezó a inundar aquella calle.
Muchas personas huyeron, mientras otras intentaban asistir al hombre golpeándolo con sus sacos. Pero las llamas no cedieron, al contrario, parecían intensificarse cada vez más, como si el hombre hubiera sido cubierto con una sustancia inflamable.
Finalmente dejó de retorcerse y cayó en el suelo. En el lugar, los testigos se preguntaban qué estaba pasando: ¿era un terrorista, algún protestante que decidió inmolarse o la víctima de un horrible asesinato?
Nadie lo sabía.
John Nolan, la víctima de combustión espontánea en Londres.
Posteriormente se supo que en vida respondió al nombre de John Nolan, tenía 70 años y durante su juventud había laborado en el área de la construcción. Además, era de origen irlandés y había vivido en el vecindario desde la década de 1960. Las personas del lugar lo conocían a la perfección, solía transitar todos los días la misma calle donde acontecieron los hechos.
Las personas que intentaron ayudarlo al principio relataron que parecía confundido y aterrado, como si no encontrara una explicación para lo que le estaba sucediendo. Fue incapaz de hablar, y cuando finalmente apagaron el fuego el hombre yacía inconsciente en el suelo.
Solicitaron la asistencia de una ambulancia de forma inmediata y, camino al Hospital Broomfield, Nolan recibió los primeros auxilios. Desafortunadamente, un día después lo declararon muerto. Un 65% de su cuerpo presentaba quemaduras de tercer grado.
La Brigada de Incendios de Londres, especialista en el tema, acudió a la escena para investigar pero fue incapaz de explicar lo que había sucedido a Nolan. No encontraron rastro alguno de combustible o químico inflamable que pudiera haber provocado el incendio que consumió al anciano.
Ningún bien próximo resultó dañado y ninguna otra persona fue afectada por el fuego. Todo parece apuntar a que Nolan fue la única víctima, pese a que otras personas se acercaron para apagar las llamas.
Una muerte sin respuestas.
Los detectives están recopilando testimonios de los testigos para intentar explicar como se originó el incendio. Sin embargo, hasta la fecha nadie ha ofrecido una explicación lógica de las circunstancias que originaron esta muerte.
Prácticamente de forma unánime, los presentes aseguraron que todo sucedió muy rápido: “en un momento todo estaba normal y, de repente, el infierno se desató”, testificó Doroth Keenan que se presentó en la agencia de policía para testificar los hechos. “Fue algo sumamente extraño, escuché los gritos y vi al hombre corriendo, agitando los brazos. Estaba desesperado e intentaba apagar las llamas. Jamás lo olvidaré”, agregó.
Un operador de autobús llamado Lloyd Perkins fue una de las primeras personas en intentar auxiliar a la víctima. Detuvo el autobús y bajó con un extintor. “Era un calor increíble. Me acerqué, pero el extintor no lograba reducir las llamas”, informó en un testimonio oficial.
Hubo más testigos, todos con la misma historia, pero ninguno pudo explicar lo que provocó aquella combustión. Damien Ait-Amer, representante de la Policía Metropolitana y encargado de la investigación del caso, declaró: “recibimos la colaboración de diversos testigos que observaron al Sr. Nolan en llamas, pero ninguno fue capaz de establecer el momento en que todo empezó”.
Los investigadores y la nula evidencia en el caso.
También señaló que la policía aún no cuenta con una explicación satisfactoria para los hechos y que hasta el momento no son capaces de poder ofrecer algún tipo de solución. “No estamos tratando este incidente como un crimen, pues no parece haber indicio alguno de que el fuego fue causado por terceras personas”.
Desafortunadamente, las cámaras de vigilancia en la calle no fueron capaces de captar el momento en que iniciaron las llamas. Nolan aparece en una secuencia, pero tras salir momentáneamente del ángulo de la imagen vuelve envuelto en llamas. También es importante destacar que en el video no se observa a nadie más cerca del hombre.
El hecho también ha tomado por sorpresa a los peritos, pues no han sido capaces de encontrar ningún rastro de combustible volátil o componente químico capaz de empezar un incendio. Cuando se habla de inmolación, en el cuerpo de la persona quedan señales claras del uso de algún catalizador, como el alcohol o la gasolina. Pero con Nolan no sucedió esto.
¿Se trató de un suicidio?
Nolan vivía con su hermana Mary y tres sobrinos. Solía recorrer el área que lleva al campo de entrenamiento del equipo de fútbol Tottenham Hotspur. De acuerdo con su hermana, Nolan acababa de desayunar y se dirigía a ese lugar como había avisado minutos antes. Aparentaba la disposición de siempre y no manifestó ninguna señal de que pensara en suicidarse, mucho menos de una forma tan dramática.
La versión de la combustión humana.
La autopsia reveló que las quemaduras coinciden con un fuego muy severo, capaz de derretir la piel y provocar lesiones severas. Evidentemente, la muerte sucedió a causa de las quemaduras. Nolan se mantuvo en shock durante todo el tiempo que estuvo bajo el cuidado médico y fue incapaz de proporcionar una explicación sobre el incidente que está recibiendo la denominación de inexplicable.
Ante la falta de una explicación lógica, muchos hablan de una combustión espontánea humana, el fenómeno que atiende exclusivamente a la parapsicología y que es refutado por la ciencia.
Otros casos de combustión espontánea en la historia.
En la historia se han registrado aproximadamente 200 casos de supuestas víctimas de combustión espontánea, personas que murieron a causa de un incendio repentino e inexplicable. Cuando se habla de este tema, el punto de ignición parece haber sido el propio cuerpo del individuo que se quema de adentro hacia afuera. La mayoría de las víctimas son personas de la tercera edad, muchas veces bajo la influencia del alcohol, lo que contribuye a que no logren apagar las llamas.
Historias recientes de combustión espontánea.
En 2015 se suscitó uno de los casos más recientes de combustión espontánea. Involucró a una mujer de 45 años residente de Flensburg, Alemania, a la que los testigos observaron incendiarse sin explicación alguna. Afortunadamente logró sobrevivir tras ser llevada de emergencia al hospital. Pese a esto, resultó con quemaduras graves.
De aquí nos brincamos hasta 2010 en Galway, Irlanda, donde un anciano de 76 años llamado Michael Faherty no corrió con la misma suerte. En el mes de diciembre se convirtió en la primera víctima de combustión espontánea tras un periodo de 25 años. Los investigadores tampoco fueron capaces de determinar el origen de las llamas, pues no encontraron ningún indicio de sustancias responsables por el incendio. La investigación policial aún se encuentra abierta dado que no se ha podido probar el acontecimiento de un crimen.
La combustión espontánea de Henry Thomas.
En la década de 1980 un hombre de 73 años llamado Henry Thomas, residente del sur de Gales, entró en combustión espontánea al interior de su hogar en Ebbw Vale. El fuego logró incinerar su cuerpo así como el sillón donde se encontraba descansando, pero la alfombra y los objetos próximos dentro de la casa resultaron intactos. Solamente el cráneo y una parte de la pierna izquierda escaparon de ser reducidas a cenizas por la furia del fuego.
Los anteojos fueron encontrados sobre el brazo del asiento y los calcetines que llevaba puestos permanecieron en el lugar entre los restos de sus pies. La escena no fue alterada y Thomas estaba solo en su casa, pues la puerta había sido asegurada por dentro.
Mary Reeser se prende fuego inexplicablemente en un sillón.
Otro caso interesante es el de Mary Reeser, residente de San Petersburgo, en Florida. Los hechos acontecieron en 1951 y lo único que quedó de la mujer fue un cráneo ennegrecido y una parte del pie. El arrendatario de la vivienda tuvo que tumbar la puerta para intentar auxiliarla cuando escuchó los gritos. El sofá donde se encontraba solamente sufrió algunas quemaduras.
El caso más antiguo de combustión espontánea.
En 1663, en Dinamarca, se registró el caso más antiguo de combustión humana gracias a un médico experto en anatomía llamado Thomas Bartholin. En un escrito aseguró que una mujer de París “se prendió fuego de forma espontánea y fue reducida a cenizas y humo” mientras dormía, aunque el colchón y la sabana que estaba usando no sufrieron daños. Los casos más antiguos a este recibieron una explicación paranormal involucrando llamas infernales o maldiciones.
La teoría genética sobre la combustión espontánea.
Dado que los casos son tan infrecuentes e inesperados, la ciencia no tiene mucha oportunidad de estudiar el fenómeno. Una de las teorías más populares menciona que algún proceso químico al interior del organismo provoca una chispa que enciende el tejido adiposo provocando la combustión acelerada. La propia grasa corporal se transforma en el combustible.
Se trataría de un fenómeno tan poco común que involucraría a un pequeño número de personas con una predisposición química rarísima. Toda vez que la mayoría de los casos de combustión espontánea han tenido lugar en el Reino Unido y en Europa occidental, se cree que el gen causante de esta mutación sólo está presente en algunos individuos con determinado perfil genético.
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